Aprendizaje Cooperativo
Hoy vamos a hablar de lo que es el aprendizaje cooperativo. Dentro de esta metodología, existen unos ingredientes principales que deben quedar plasmados a la hora de llevarlo a cabo. Para su puesta en marcha, se pueden emplear algunas de las técnicas de enseñanza asociadas al aprendizaje cooperativo (puzzle, STAD, grupos de investigación, Co Op Co Op, etc.). Es importante saber que mediante las mismas, se pueden encarar una infinidad de unidades didácticas de forma divertida, amena y educativa. Lo que quiero que quede claro en este artículo, son las nociones básicas de aprendizaje cooperativo, qué es y en qué consiste, los 5 ingredientes principales para que se produzca la cooperación entre compañeros, además de aportar una serie de juegos cooperativos ideales para sesiones de iniciación, sesiones en días de lluvia, para valorar las interacciones sociales que se producen en clase, etc.

El aprendizaje cooperativo es una ténica de enseñanza que podríamos englobar dentro de las nuevas tendencias metodológicas que surgen como alternativa y complemento a las metodologías educativas más tradicionales. Como siempre digo, es importante conocerlas todas y no tener miedo a experimentar con metodologías nuevas, ni desechar lo antiguo (no todo es blanco o negro). Cuantos más estilos o técnicas diferentes domines, mejor herramientas tendrás para hacer frente a las diferentes situaciones que puedan surgir.
El aprendizaje cooperativo se podría definir como un método en el cual se hace imprescindible y necesaria la ayuda entre pares, distribuidos en grupos pequeños, dentro de un contexto de enseñanza-aprendizaje.
Este concepto es importante y se fundamenta en dos aspectos clave:
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La participación de todos mejora el clima afectivo y la socialización del grupo, la cual es una de las máximas de la escuela inclusiva.
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Fomento y potenciación de la autonomía en el aprendizaje del alumno con discapacidad intelectual.
Para llevar a cabo el aprendizaje cooperativo se requiere de un importante trabajo previo de preparación: selección de objetivos, selección de contenidos, elección de la técnica adecuada, forma de llevar a cabo dicha técnica y formación de grupos. Una vez definido todo, la puesta en marcha de la unidad didáctica con la técnica elegida, y finalmente el proceso de evaluación.
Cabe resaltar que el aprendizaje cooperativo es una práctica aislada debido comúnmente a la falta de formación e inexperiencia por parte del profesorado (Vera, 2009) y cierta predilección cultural por la competitividad interpersonal y la excelencia académica (Johnson & Johnson, 2009). Lo que suele fallar es la falta de concreción inicial en el objetivo que se persigue y la mala puesta en práctica y aplicación de los 5 principios básicos del aprendizaje cooperativo. Johnson et al. (1999) y el Servicio de Innovación Educativa UPM (2008) indican cuales son cada uno de ellos y en qué consisten:
1. Interdependencia positiva: Todos los miembros del grupo son necesarios para lograr el éxito en la tarea. Si todos consiguen sus objetivos, se logrará el objetivo final de la tarea. Pero si uno falla, será imposible alcanzar el objetivo final. Esto crea un compromiso con el éxito de los demás compañeros del grupo, además del suyo propio, lo cual es la base del aprendizaje cooperativo.
2. Exigibilidad individual: Cada miembro del grupo debe ser responsable con la parte del trabajo que le ha sido asignada y del mismo modo, debe ser capaz de rendir cuentas no solo de la parte de la tarea realizada por él, sino de las partes del resto de integrantes del grupo. Esto favorece el aumento de autoestima al sentirse parte clave y fundamental del grupo con unas funciones claras, y así mismo fomenta el aprendizaje entre pares ya que todos deben aprender lo que ha hecho el resto.
3. Interacción “cara a cara”: Los alumnos deben buscar el éxito común compartiendo recursos, animándose y apoyándose mutuamente, además de debatir ideas, establecer planes de acción, etc. El acceso a internet (redes sociales, correo, mensajería instantánea, etc.) puede provocar una reducción del encuentro “cara a cara” entre los integrantes del grupo. Por ello, el docente debe ser capaz de establecer momentos de clase para que se produzca dicha interacción.
4. Habilidades interpersonales y grupales: El aprendizaje cooperativo es complicado, pues los alumnos no solo se ciñen al aprendizaje del contenido concreto que se haya determinado, sino que deben adquirir una serie de conocimientos relativos al trabajo en equipo y a las relaciones entre sus miembros: crear un clima de confianza, aportar ideas o críticas constructivas, llegar a acuerdos y tomar decisiones, resolver conflictos, etc. Este tipo de habilidades además, serán de gran utilidad en su futuro profesional.
5. Evaluación grupal: Se produce cuando los miembros del grupo analizan la consecución de los objetivos así como las relaciones sociales y de trabajo dentro del mismo. Para que se produzca este proceso de reflexión, es necesario que el docente de la oportunidad y ofrezca un espacio destinado a ello. Será importante a la hora de identificar aspectos positivos, aspectos a mejorar, establecer pautas o tomar decisiones de cara a futuros trabajos.

Existen una gran variedad de técnicas de aprendizaje cooperativo, las cuales se pueden adaptar a cualquier tipo de contenido, de cualquier materia que estén trabajando los alumnos. A continuación voy a detallar las principales y más conocidas de estas técnicas:
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Técnica del puzle o rompecabezas:
Fue ideada por Elliot Aronson en 1978 como planteamiento a una idea alternativa de impartir un contenido teórico. Puede usarse siempre que lo que se deba estudiar tenga forma narrativa escrita (Slavin, 1999) y cuyo contenido pueda ser fragmentado en diferentes partes (Pujolàs, 2003). Ello requiere de un amplio trabajo de preparación previa y adecuación del tamaño del contenido a distribuir por parte del profesor. Los pasos necesarios para llevarlo a cabo son los siguientes:
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Grupos cooperativos: Formados por 4 o 5 personas. El material objeto de estudio se fracciona en tantas partes como miembros del grupo tiene el equipo (Pujolàs, 2003), y se entrega a cada miembro una parte de dicho material (Johnson et al., 1999). A continuación se hace una lectura individual del material asignado.
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Grupo de “expertos”: Cada alumno ha de reunirse con compañeros de otros grupos que tengan el mismo material que le ha sido asignado, para realizar una puesta en común en calidad de expertos. Esta fase sirve para aprender en detalle dicha parte del material y planificar como enseñárselo a los demás miembros del grupo (Johnson et al., 1999). Además, es posible preparar previamente unas guías que sirvan para encauzar la discusión de los expertos (Slavin, 1999).
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Grupos cooperativos: Los grupos iniciales vuelven a reunirse y cada miembro del grupo ha de tener un tiempo de exposición para enseñarle a los demás compañeros del grupo el material aprendido. Además cada miembro del grupo debe aprender el material que le enseñan los demás miembros (Johnson et al., 1999).
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Evaluación: Por último se ha de evaluar si cada miembro del grupo ha alcanzado el grado de dominio de todo el material, premiando a los que lo han conseguido (Johnson et al., 1999). Se puede realizar en forma de concurso, cuestionario individual, proyecto, informe individual final, etc.
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Grupos de investigación:
Técnica ideada por John Dewey en 1970 y perfeccionada por Shlomo Sharan, Yael Sharan y Rachel Hertz-Lazarowitz (Slavin, 1999; Servicio de Innovación Educativa UPM, 2008), en la que el docente selecciona un tema genérico a estudiar y dicho tema se divide a su vez en subtemas o apartados (Pardo, González Aja, & García-Arjona, 2012). Tras esto, los alumnos tendrán libertad para conformar los grupos en función de los intereses o aptitudes hacia los subtemas elegidos. Los grupos preferiblemente serán de 3 o 5 integrantes (Pujolàs, 2002).
A partir de ahí, los diferentes grupos proceden a realizar la investigación acerca del tema seleccionado. Para ello, el docente puede ofrecer bibliografía al respecto (Pardo et al., 2012), y además deberá actuar como facilitador, pero serán principalmente los alumnos los que tendrán que buscar información por su cuenta, ya sea en el aula o fuera de ella (Slavin, 1999). Para llevar a buen puerto la tarea, deben seguir los siguientes pasos según el Servicio de Innovación Educativa UPM (2008):
- Establecer previamente un reparto de tareas.
- Buscar, analizar, seleccionar y organizar la información.
- Aportar soluciones, ideas, etc.
- Entregar un informe final que explique el procedimiento seguido durante todo el proceso de la investigación así como una presentación oral ante la clase.
Por último el profesor y los alumnos realizan conjuntamente la evaluación del trabajo en grupo y la exposición (Slavin, 1999) pudiendo realizar el docente una evaluación individual (Pujolàs, 2002).

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Divisiones de rendimiento por equipos (STAD):
Posiblemente sea mi técnica predilecta y la que considero que tiene mayor aplicabilidad en Educación Física, sobretodo en contenidos relacionados con las habilidades gimnásticas o de condición física. Las divisiones de rendimientos por equipos o STAD, fue desarrollada por Robert Slavin en 1978. El objetivo principal de esta técnica es lograr que los alumnos se ayuden entre sí para dominar la temática de estudio (Servicio de Innovación Educativa UPM, 2008). Los pasos necesarios son:
- Se constituirán grupos heterogéneos de 4 o 5 miembros.
- El profesor presenta el tema a tratar en cuestión para las próximas sesiones, con las ejemplificaciones y explicaciones que sean necesarias.
- Posteriormente el alumnado trabaja en equipo durante las sesiones posteriores, asegurándose de que todos los miembros del mismo han aprendido todo el contenido solicitado por el profesor.
- Finalmente el profesor evaluará individualmente a cada alumno mediante una prueba o test sin ayuda del grupo.
La evaluación final por parte del profesor, es quizás lo más complicado de entender de ésta técnica. Es un sistema llamado “rendimiento por divisiones” el cual Pujolàs (2002) describe de la siguiente manera:
Primero se establecen divisiones en función de la nota obtenida en la U.D. anterior, formando los 6 primeros una división, los 6 siguientes otra división y así sucesivamente. Los grupos heterogéneos a su vez estarán formados por un miembro de cada división. Así pues, la calificación que ha obtenido individualmente cada alumno en la prueba final se transforma en una puntuación para el equipo al compararse la nota que ha obtenido en dicha prueba respecto a sus compañeros de división. En esa línea de comparar las puntuaciones por divisiones, el primero de cada división gana ocho puntos para su equipo, el segundo gana seis, y así sucesivamente.
Por tanto, lo que se consigue con esta técnica es comparar el rendimiento de cada alumno con los miembros de su división, es decir, con compañeros de similar nivel; y además, propicia que cada miembro del grupo heterogéneo tenga la oportunidad de aportar los mismos puntos al equipo al medir su puntuación con “rivales” de un nivel similar en sus respectivas divisiones. Es importante ejecutar bien este sistema de rendimiento por divisiones si se desea llevar a buen puerto la técnica STAD, pues podría tener efectos negativos si los participantes son incapaces de encontrar cualquier vínculo entre la participación y el resultado (Johnson & Johnson, 2009).
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CO OP - CO OP
Desarrollada por Kagan en 1985, en la que el objetivo principal se centra en que los alumnos se ayuden unos a otros a aprender a través del trabajo en grupo y compartiendo el resultado con el resto de la clase, convirtiendo el aprendizaje y la cooperación en metas por sí mismas (Serrano, 1996). Es una técnica flexible, similar a los grupos de investigación, y que se sustenta en los siguientes pasos descritos por Serrano (1996) y el Servicio de Innovación Educativa UPM (2008).
- Discusión sobre el tema a tratar con los estudiantes. Para ello se pueden ofrecer actividades, cuestionarios o juegos que ayuden a encaminar o despertar interés hacia un tema concreto.
- Formación de grupos heterogéneos y selección del tema concreto a investigar por cada uno de ellos.
- División de cada tema en tantos subtemas como miembros del grupo haya, siendo cada uno responsable del desarrollo de su propio subtema.
- Cada alumno presentará su subtema al resto de integrantes del grupo.
- Entre todo el grupo, sintetizarán y organizarán el material, recogerán las ideas más importantes y se lo expondrán finalmente al resto de la clase.
Por ultimo, la evaluación consiste en consiste en la propia evaluación de las presentaciones grupales y de las aportaciones individuales en cada grupo mediante coevaluación; además, la evaluación del proyecto o del material escrito únicamente por parte del profesor.

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Team Assisted Individualization (TAI):
Al igual que la técnica STAD, fue desarrollada por Robert Slavin, pero a diferencia de la misma, en esta no hay componente competición. Combina el aprendizaje cooperativo, ya que se trabajará en grupos y todos trabajarán lo mismo; y la instrucción individualizada, es decir, respetando y atendiendo las características y necesidades de cada uno de los alumnos siguiendo cada uno de ellos un programa individualizado o personalizado (Pujolàs, 2003).
Por tanto se basa en que cada estudiante aprenda lo que se espera de él y que contribuya a que aprendan sus compañeros (Pujolàs, 2009). Para llevarla a cabo se seguirá la siguiente secuencia adaptada de Pujolàs (2003):
- Se formarán grupos base y se le asignará a cada alumno su plan de trabajo individualizado en el que constarán los objetivos que se pretenden alcanzar y las actividades que debe realizar, por tanto todos trabajarán sobre el mismo contenido pero ello no implica que tengan el mismo objetivo o realizar las mismas tareas.
- Cada miembro del equipo se centra en llevar a cabo su propio plan personalizado de trabajo, y a su vez, ayudar a sus compañeros de grupo, a realizar el suyo. Obtendrán recompensas como equipo en la calificación final si se ayudan unos a otros a aprender, por lo que deben ayudar a sus compañeros para que den lo mejor de sí, haciendo del aprendizaje algo importante, valioso y divertido (Slavin, 1999).
- Además cada equipo realizará un plan de equipo en el constarán las ideas y estrategias para mejorar su propio funcionamiento como grupo y lograr los objetivos propuestos.
Por tanto la evaluación irá en función de la consecución de cada miembro de sus propios objetivos individuales, pudiendo obtener cada uno una recompensa en su calificación si han mejorado como grupo y se han ayudado unos a otros a aprender (Pujolás, 2005).
Por último y para finalizar este artículo, una vez expuesto en qué consiste, los ingredientes de los que consta y las principales técnicas de enseñanza de este estilo, voy a aportar un documento pdf que contiene diferentes juegos destinados a desarrollar la cooperación en nuestros alumnos (realizado por mí y por todos los compañeros del Máster de Formación del Profesorado). Espero que lo hayáis disfrutado y que os haya servido de ayuda.
Bibliografía:
Johnson, D., & Johnson, R. (2009). An educational psychology success story: Social interdependence theory and cooperative learning. Educational Researcher, 38, 365-381.
Johnson, D., Johnson, R., & Holubec, E. (1999). El aprendizaje cooperativo en el aula. Buenos Aires. Argentina: Editorial Paidós.
Pardo, R., González Aja, T., & García-Arjona, N. (2012). ¿Se puede realizar innovación educativa con grupos grandes? Paper presented at the Jornada de Innovación Docente - RIMA 2012, Universitat Pompeu Fabra. Barcelona (España).
Pujolás, P. (2005). Enseñar juntos a alumnos diferentes. El aprendizaje cooperativo en el aula. Retrieved 17 de Mayo de 2015, from http://es.slideshare.net/cprgraus/el-aprendizaje-cooperativo-en-el-aula
Pujolàs, P. (2002). El Aprendizaje Cooperativo: Algunas propuestas para organizar de forma cooperativa el aprendizaje en el aula. Documento de trabajo. Laboratorio de Psicopedagogía. Universidad de Vic (Zaragoza).
Pujolàs, P. (2003). El aprendizaje cooperativo: algunas ideas prácticas. In U. d. Vic (Ed.). Barcelona (España).
Pujolàs, P. (2009). Aprendizaje cooperativo y educación inclusiva: una forma práctica de aprender juntos alumnos diferentes. Paper presented at the VI Jornadas de Cooperación Educativa con Iberoamérica sobre educación especial e inclusión educativa, La Antigua, Guatemala.
Serrano, J. (1996). El aprendizaje cooperativo. In J. Beltrán & C. Genovard (Eds.), Psicología de la Instrucción I. Variables y procesos básicos. (pp. 217-244). Madrid: Editorial Síntesis.
Slavin, R. (1999). Aprendizaje cooperativo: teoría, investigación y práctica. Buenos Aires: Aique.
UPM. (2008). Aprendizaje cooperativo: Guías rápidas sobre nuevas metodologías. In UPM (Ed.), (pp. 1-21). Madrid: Servicio de Innovación Educativa de la Universidad Politécnica de Madrid.
Vera, M. (2009). Aprendizaje cooperativo. Innovación y Experiencias Educativas, 14, 1-11.